"Zapatos nuevos": una reflexión sobre la virginidad

Imagina que le regalas a tu novia los zapatos que siempre quiso, y no solo eso, sino que también deseaba con todo su corazón que fueras tú quien se los regalara, para ella era muy especial el hecho de que su pareja fuera quien se los diera, finalmente logras hacerlo y preparas toda una sorpresa especial porque sabes lo importante y único que será ese momento para ella

Llega el momento y se los entregas, ELLA SALTA DE ALEGRÍA, nada se podía comparar con su cara de felicidad en ese momento, definitivamente estaba viviendo una experiencia muy especial, pero existe un detalle que debes revelarle porque tarde o temprano se dará cuenta:

"¿Sabes amor?, el único detalle con estos zapatos es que...SON USADOS...hubieron otras mujeres que los usaron antes que tú, pero solo fue para ESTAR SEGURO QUE SERÍAN CÓMODOS, así no nos arriesgaríamos a que te quedaran apretados o incómodos...no te molesta ¿cierto?".

Probablemente lo más suave que recibirás en ese momento es ese par de zapatos en alguno de tus ojos, con un poco de suerte, en los dos.

No se trata de EXPERIENCIA o de EFICACIA a la hora de tener tu primera relación sexual, se trata de entregar lo más especial del mundo de una manera íntegra y honesta para que la persona que lo reciba, de verdad lo aprecie como el más bello de los obsequios y no solo como una persona más a la fila donde ni siquiera es la primera

Vale la pena entregarse así de único o única