Reflexión: "Más fuerte que yo"

Mi pecado esta delante de mí, en esa naturaleza nací y es con esto que tengo que lidiar todos los días, a veces logro levantar mi mirada y puedo decir “lo logre, vencí” y otras veces no tengo cara para mirar a Dios porque sé que he fallado, eso siempre ha buscado el pecado, el hacerme apartar mi rostro de Cristo, por vergüenza, por impotencia, por ira contra mí mismo, y ya no lo miro, aunque sé que Él nunca deja de mirarme

Cuando logro sentirme perdonado por Él vuelvo a caminar, pero no pasan muchas cuadras antes de encontrarme con el pecado otra vez, es inevitable, vivo en este mundo gobernado por el pecado, y tiemblo por la desesperación de volver a caer en lo que, solo hace unos momentos, me costó tanto salir y ese temor logra su propósito, me paraliza por completo en seguir avanzando

¿Qué hago entonces?, ¿Cómo hago para no tener ese temor?, ¿para no paralizarme? Quiero sentirme seguro de quien me ha perdonado, su sangre me justifico y su sacrificio me redimió, se quién es más fuerte, se quién es más bueno, se quién es eterno, y sé que ese es el que está conmigo

No se trata de no tener miedo, se trata de enfrentarse a ese miedo, aunque me inunde el corazón, porque sé que Cristo es más fuerte que el mundo, más fuerte que el pecado y lo más importante, más fuerte que yo