Los no perdonados
- Dan Monsalvez A.
- 21 jul 2019
- 2 Min. de lectura
“Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; más la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada.” Mateo 12:31
Este interesante versículo viene a develar una interrogante muy interesante sobre la facultad de Cristo para perdonar pecados
Si existe un pecado que no será perdonado ¿Cristo murió por “casi” todos nuestros pecados?
Lo primero que hay que entender es que esta advertencia Jesús se las haces a los fariseos, a los líderes religiosos, es decir, no es una advertencia a los gentiles o a los que no han conocido a Cristo, por lo que, para entender la blasfemia contra el Espíritu Santo hay que entender que para blasfemar contra Él hay que conocerlo, o sea, ser parte hoy de la iglesia de Cristo
Ahora, el Espíritu Santo tiene una facultad en particular que llama mucho mi atención, Juan 16:8 dice:
Y cuando Él (el Espíritu Santo) venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.
Entiendo que estas facultades, convencer de pecado, de justicia y de juicio, es el actuar del Espíritu Santo en los no convertidos, pero ¿no será posible que nosotros, en algún momento de nuestras vidas no veamos en la necesidad de volver a ser convencidos por el Espíritu Santo de estas cosas?
Probablemente la respuesta podría ser no, ya que pareciese ser que, al ser un mensaje para los que aún no reciben al espíritu Santo, para nosotros que ya lo hemos recibido, este convencimiento ya ocurrió…o así debería ser
Efesios 4:30 dice:
“Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.”
Si bien el Espíritu Santo parece no abandonar al cristiano (tema que tocaremos en otra ocasión) si es un hecho que este se contrista, es decir, se entristece y cuando se entristece parece menguar en nosotros cada vez mas
Esta es la respuesta con respecto a la pregunta del pecado no perdonado, si yo contristo (Efesios 4:30) al Espíritu Santo esta mengua en mí y por ende el único que me convence de pecado (Juan 16:8) no tiene el control total de mi por lo que yo mismo, al apagar el Espíritu Santo en mi evito que el único que puede convencerme de pecado lo haga, cuando eso pasa, de mi comienza a desaparecer la culpa, la necesidad de no pecar, y eso hace que yo mismo me ponga en una posición de
No es que Dios no pueda perdonar o no quiera perdonar la blasfemia contra el Espíritu Santo, es que cuando yo blasfemo y por ende contristo al Espíritu Santo, su facultad de llevarme al perdón convenciéndome del pecado no sucede
Commentaires