Disculpas al mundo en nombre de la iglesia

NOTA IMPORTANTE: la “iglesia” a la que me refiero en este artículo es la imagen general de cualquier entidad religiosa, no hablo de alguna iglesia o religión en específico, si en tu iglesia o comunidad no pasan estas cosas por favor no te des por aludido, eso sí, seamos lo suficientemente sinceros para saber cuántas de estas cosas si llegan a pasar en nuestros lugares de congregación y reflexionemos en la forma de empezar a cambiarlo, después de todo no hay iglesia perfecta, solo iglesias en perfeccionamiento

Para muchos será difícil entender porque la iglesia tendría que pedirle disculpas al mundo, después de todo, ellos son los equivocados y nosotros estamos en lo correcto, ellos no entienden nada y nosotros lo entendemos todo, ellos no tienen argumentos y nosotros la verdad absoluta basada en el impenetrable y solido argumento de la fe, pero hermano, hermana, permítame por un momento ponerme del otro lado, ese lado del que muchos de nosotros muchas veces olvidamos haber salido, ese otro lado que, lejos de ser la minoría, resulta ser un lugar que día a día se llena más y más de gente que prefiere vivir en su fría y dura honestidad que confiar en nuestra inestable utopía llena de mesclas morales divinas y humanas

Es cierto, yo no represento a la iglesia, pero me atrevo a levantar esta voz de disculpa porque pertenezco a esta iglesia, esta iglesia que poco a poco pierde más la capacidad de aceptar que se a equivocado y se sigue cubriendo en la idea de ser igual o más prefecta que el Dios que la formo

¿Qué hay de cierto con respecto a los mitos de la iglesia? Es triste pensar que en su gran mayoría no están ni cerca de ser un mito, muchos de ellos son irrefutablemente reales y se han vuelto un yugo demasiado pesado de llevar, y si, sé que Dios no pone más peso del que podamos llevar, pero ¿Qué pasa cuando el peso lo ponemos nosotros mismos? Entonces solo nos encontramos cargando 10 veces nuestro propio peso y eso amigos míos, solo lo pueden hacer las hormigas

“La iglesia es ladrona, la iglesia es legalista, la iglesia es homofóbica, la iglesia ínsita al odio, la iglesia es intolerante”, y así la lista sigue y sigue y lamentablemente la respuesta más honesta frente a esas acusaciones no logra ser más que un tímido “no debería ser así, pero lo es”

Los hechos hablan más que las palabras, la iglesia ha robado, la iglesia ha condenado con total ausencia de amor, la iglesia a castrado a sus propias generaciones encerrándolas en una burbuja intolerante pretendiendo enseñar desde los supuestos en lugar de tener la confianza de su guía y dejarlos usar los mismos sentidos que Dios les dio a cada uno para explorar el mundo en donde nos puso, la iglesia se ha negado a dar respuestas serias a las preguntas de sus propios integrantes dejándolos en un limbo moral que los llevas a buscar respuestas a quien esté dispuesto a dárselas, aunque esas respuestas sean las más equivocadas de todas, la iglesia a encubierto delitos y fraudes dándole prioridad a un “prójimo” que sabe aprovechar uno de los mandamientos más importantes, que a un Cristo que nunca le tembló la moral para llamar “generación de víboras” a los líderes religiosos deshonestos que se le cruzaran

El mensaje de Cristo se sigue centrando más en el terror que en el amor, en la subyugación más que en el servicio por deseo propio, en las prohibiciones más que en las oportunidades y en la resignación más que en la esperanza

La iglesia se ha aferrado como un gato a un árbol al argumento prehistórico de decir “esto es así porque Dios lo dice”, y no estoy desmintiendo la autoridad absoluta y soberanía completa de Dios, pero me niego a pensar que un Dios creador de semejante maravilla como la naturaleza, el universo y nosotros mismos sea tan básico como para que no pueda darle sentido a las preguntas que nosotros tratamos de contestar solo con un “porque Dios dice que así es”

¿aun crees que no hay cosas por las que la iglesia deba pedirle disculpas al mundo? Y tampoco estoy hablando de “todo el mundo” pero si me alineo a ese porcentaje que no ha decidido acercarse al Cristo porque la imagen que lo debería representar en esta tierra está más ocupada en probar que es mejor que ellos, más digna, más sabia, más correcta y más verdadera que en demostrar que lo único que cambia entre ellos y nosotros es que supimos encontrar, desde el lodo donde merecíamos estar, al único que pudiendo juzgarme con toda razón, prefirió amarme, tomarme de ese lodo, limpiarme, enseñarme y mandarme a buscar a otros que también estén en el mismo lodo, sin título de pastor, apóstol, profeta, elegido, motivador, solo un título que se nos olvida una y otra vez, PERDONADOS

Amigos, a ustedes que en más de una ocasión hemos desmerecido con nombres como “mundanos”, “carnales”, “paganos” y otros más que me dan cierto grado de vergüenza decir, me hago responsable de mis palabras y quiero pedirles disculpas por poner este muro gigante llamado religión entre ustedes y Cristo, y quiero decirles que existe un grupo, tal vez un pequeño grupo, que está tratando de que esto sea diferente, una generación que se ha dado cuenta a punta de errores de que el mensaje de Cristo no solo tiene que ver con el cielo y el infierno, si no también con el amor incondicional e interés por tu vida

No hay iglesia perfecta, pero tengo la esperanza de que se levantara una que esté dispuesta a ser perfeccionada por Dios, tal vez una iglesia pequeña, una de barrio, una que tenga la posibilidad de crecer desde su limitada cantidad de gente con una verdadera “mentalidad de reino”, no de un reino millonario, ni de un reino dominante o tirano, desde un reino cuyo rey nació en un pesebre, durmió en el suelo, comió con los pobres, esquivo la farándula y se corono sangrando por los que ni siquiera aun estaban seguros de querer seguirlo

Amigo, amiga, si allá afuera te encuentras con esta iglesia, por favor escucha lo que te tenga que decir, dale tiempo sin prejuicio, pregunta sin temor porque sabrá responderte y, sobre todo, tómatelo en serio porque podrías encontrarte finalmente con el Dios del que tanto te hablaron, pero del que tanto huyes por no querer forma parte de una religión como la que hasta ahora has conocido

¿Cómo reconocerás a los de esta iglesia? Probablemente empezaran saludándote con mucho cariño en lugar de apuntarte como pecador condenado, para eso, ya hay mucha religión allá afuera